jueves, 29 de abril de 2010

MANUEL DE LA CUESTA: UNA CALLE EN EL HORIZONTE.



El derribo de la manzana de viviendas de Caja de Burgos en la calle Manuel de la Cuesta ha concluido. Allí ya prácticamente no queda nada antes de que "la Caja" comience la construcción de sus nuevas edificaciones.

En otra ocasión (ya está llegando la documentación) analizaremos lo que fue para esta zona el Club Horizonte. Éste se ubicaba precisamente frente a las viviendas derruidas, donde ahora se ubica el aula de integración de la entidad de ahorro. Su creación en plenos 80 supuso para el barrio la aparición de un espacio juvenil de encuentro donde poder, además de conocer a otros miembros de la asociación; escuchar y crear música, hacer deporte, teatro, excursiones, laboratorio fotográfico, ludoteca, etc. Un club "el Horizonte", que desapareció hace unos años, pero que durante casi tres décadas ofreció medios y alternativas a mucha gente joven sobre todo del entorno de su sede en Manuel de la Cuesta.

El derribo, como siempre que se acaba con paredes que envolvieron vida y aconteceres, queda impregnado de recuerdos...; de imágenes y objetos que supusieron historia y vivencias, risas y llantos, experiencias y ahora olvidos...

Como una muñeca rota que, todavía con su lazo, espera sentada la última oportunidad de no ser engullida por las máquinas... de poder reverdecer viejos laureles de noches de reyes en los 80 y risas matinales de niños que ahora ya no están..., y que acrecentan todavía más su enjaulada soledad entre escombros y decadencia


Como una pelota de tenis que al borde del abismo jamás tocará otra vez la calle y los frontones..., y que su dueño olvidó indefensa en una trepidante mudanza.



Y para todos vosotros, y para la posteridad que permite la memoria del video on-line, el antes y el después de una calle. El antes y el después de un montón de vidas vividas tras frágiles ladrillos.





2 comentarios:

balint dijo...

Para los que fuimos al colegio de enfrente, el "Antonio Machado", muchos recuerdos nos traían esas casas.

Anónimo dijo...

Buena parte de mi corazón recuerda con fuerza el horizonte, el machado,el barrio y a las personas que allí encontré y disfruté. Tanto es así, que para mi esas palabras siempre iran en minúsculas.